Desde mi tierra natal, de aguas que reflejan la luz y vacíos habitados por silencios que revelan lo invisible, mi mirada aprendió a navegar entre transparencias y sombras, descubriendo hilos sutiles que enlazan mundos reales e imaginarios. En mis obras resuenan ecos de mi herencia veneciana, el frágil equilibrio entre lleno y vacío, y caminos de descubrimiento que trazan mapas de memoria y paisajes del espíritu.
Me formé en restauración de obras de arte, pintura y fotografía analógica, disciplinas que convergen en una investigación poética donde memoria, emoción y geografía de lo intangible se encuentran.
Mi obra ha sido presentada en galerías de Italia, Francia, España, Reino Unido y Estados Unidos, y ha participado en ferias como Art Basel Miami, Florence Biennale y RomART Biennale. Reconocida por críticos de arte como Vittorio Sgarbi y Paolo Levi, que la han incluido en sus catálogos, ha sido publicada en revistas como Vogue UK y fue finalista del certamen Descubrimientos PHE de PHotoESPAÑA 2023.
He participado en proyectos sociales y educativos, como el taller Cajas-Maletas Emocionarios para menores migrantes en Casa Árabe en Madrid o la exposición itinerante Migracions, impulsada por el Ayuntamiento de Barcelona en respuesta a la crisis de los refugiados sirios de 2015, junto a Proactiva Open Arms, Médicos Sin Fronteras y Comissió Catalana d'Ajuda al Refugiat.
Entre 2015 y 2018 formé parte de colectivos en espacios emblemáticos como 59Rivoli en París, NauArt en Barcelona y Mediodía Chica en Madrid.
Hoy mi taller se encuentra en Mijas, en la costa sur de Andalucía, donde la sierra se abre al mar y, en días claros, deja entrever las montañas del Atlas marroquí. En esta tierra de frontera, cruce entre Europa y África, mi espíritu nómada convierte paisajes y silencios en alimento para el alma, tejiendo un diálogo perpetuo entre memoria, paisaje y emoción.
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Ese mismo hilo me llevó, con el paso del tiempo, a recorrer el camino del Tao y de las artes marciales internas, donde la práctica se convierte en un espejo del propio ser y un puente entre los ritmos del cuerpo, la naturaleza y el universo.
Como practicante de Qi Gong desde hace años, habito un espacio donde cuerpo, respiración y conciencia se funden con la energía vital, despertando la armonía entre microcosmos y macrocosmos. Así como en mi obra busco hacer tangibles los hilos invisibles que entrelazan memoria, paisaje y emoción, en la práctica descubro un mismo tejido que une mi ser con el flujo del universo.
Si quieres conocer este lado de mi camino, puedes descubrir los cursos que imparto como instructora certificada en @shizen.nyokidō.